Primera parte
Evidentemente nosotros, los investigadores del Fenómeno
OVNI, nos encontramos a lo largo de nuestras investigaciones, o bien, hemos
oído hablar alguna vez, sobre las misteriosas "presencias"
y "accionar" de los Hombres de Negro (esos seres que tanto dan que
pensar).
Los Men in Black (MIB) o los Messieurs en Noir, que en nuestra
lengua quiere decir Hombres de Negro (HDN), no sólo los encontramos en
nuestro tiempo Contemporáneo, sino también en la Antigüedad.
Sé que muchos, inclusive algunos investigadores, se
resistirán en creer sobre lo expuesto, inclusive quien ha realizado este
trabajo de investigación le parecía ficticio en un momento, hasta
que comencé a desarrollar estudios y los hechos coincidían, contando
en la actualidad con numerosos informes desarrollados en todo el orbe, permitiéndome
saber aún más y poder desafiar (como tantos otros investigadores)
en mi "Investigación Paralela", en relación a "ELLOS",
a ésta "Conspiración del Silencio".
Hace ya varios años atrás que comencé
a indagar, a "bucear" en ésta, nuestra especialidad del misterio
de los OVNI (que los registramos desde tiempos inmemoriales), estas investigaciones
en torno a los "Censores de Valores" me ha llevado a realizar esta
PERSECUCIÓN FANTÁSTICA en torno a "ellos" y al mismo
Fenómeno OVNI, para encontrar la verdad de esta sinrazón.
Incidentes y pruebas contundentes, que nos remontan ya en la
Antigüedad, o en la Edad Media cuando los alquimistas recibían visitas
de misteriosos "magos" y "sabios" (vestidos de negro) o
en nuestro tiempo Contemporáneo (episodios registrados en todo el mundo),
permiten demostrar estos "encuentros" con lo imposible hecho realidad.
A lo largo de todo este informe, veremos sus presencias, les
mostraré pruebas, hechos, sobre la realidad y existencia de estos seres.
Los invito pues a incursionarnos en este viaje, donde comprobaremos
que los Hombres de Negro han actuado (y siguen actuando) a lo largo y ancho
de nuestro planeta, un viaje que tiene como común y como rubrica, doce
letras: LO MISTERIOSO.
Estos son los hechos. Ésta es mi Persecución
Fantástica:
¿QUIÉNES SON LOS HOMBRES DE NEGRO?
La presencia de los Hombres de Negro se hace evidente
en algunos casos del Fenómeno OVNI
La existencia de los Hombres de Negro, data ya desde la noche
de los tiempos; los encontramos en la Antigüedad y en la Edad Media. En
esos tiempos, estos seres impedían que ladrones o profanos se acercasen
a los Templos de Iniciación.
Generalmente son descriptos como seres de baja estatura, talla
normal (aunque hay varios incidentes en que se los describe con más de
un metro ochenta de estatura), de rasgos más o menos orientales y complexión
oscura, (y en ocasiones de tez blanca). Sus ojos notablemente rasgados o normales,
y en algunas ocasiones parecidos a "bombillas de una linterna de baterías",
según lo pronunciado por el investigador silenciado Albert Bender. Comúnmente
se los observa en grupo de tres, están vestidos de negro, -no en todos
los casos-, sino que siempre llevan una prenda (o varias) que los caracteriza,
estas son del mismo color. Su aspecto es como la raza nórdica, de rasgos
orientales o esquimales.
Sus funciones en nuestro planeta, tienen un mismo objetivo:
"hacer silenciar a algunos testigos de incidentes OVNI y a investigadores,
y a toda aquella persona que haya incursionado en forma relevante en el Conocimiento
Oculto", como lo ha dado en llamar el investigador británico (ya
fallecido en la década de 1980 y también visitado por "ellos",
en su casa de Bath, Inglaterra) Sir Stephen Wrapp.
A estos los encontramos a lo largo y ancho de nuestro planeta,
sin embargo no pertenecen al Servicio Secreto de ningún país.
Esta misteriosa organización, data ya desde las noches
de los tiempos, que aún nos oculta con su oscuro velo, los hechos de
otras historias, de otros mundos olvidados.
Como dijera ese gran investigador de lo insólito, (ya
fallecido) llamado John A. Keell, refiriéndose a estas extrañas
visitas: "La amenaza no está en nuestros cielos. Está en
la Tierra, y en estos momentos se esparce como una epidemia por el país
y por todo el mundo". Como veremos, no se equivocó.
Este es el accionar de estos seres.
LOS HOMBRES DE NEGRO IRRUMPEN EN EL GOBIERNO
Muchas veces nosotros, investigadores del Fenómeno OVNI,
decimos que los gobiernos CALLAN su posición frente a los OVNI, pero
también hay "algo" que son los Men in Black, que se ocupan
de disuadir o asesinar (como ya veremos) a grandes investigadores, y que también
acaparó la atención al investigador francés Aime Michel
(fallecido en 1992), por las "muertes sospechosas" de éstos,
como: el "supuesto suicidio" del Dr. Morris K. Jessup, ocurrido el
20 de abril de 1959, en el Parque Matheson's Hammock, en el condado de Dade
en Miami (Florida, EE.UU), un excelente investigador que tuvo acceso a los archivos
"Top Secret" de la Fuerza Aérea estadounidense y del Pentágono,
el repentino cáncer que le produjera la muerte el 25 de junio de 1967
al joven ufólogo británico Richard Tunner, que contaba sólo
21 años de edad y era Presidente del Grupo Investigador de UFOS de la
Universidad de Cambridge, cuando acababa de realizar un excelente trabajo sobre
las misteriosas ruedas fosforescentes en el Golfo Pérsico, el "accidente"
que le costara la vida a principios de 1968 al General francés del estado
Mayor Ailleret, cuando viajaba en su avión a retropropulsión,
estrellándose en la ladera de una montaña en Madagascar, cuando
el General erró en su viraje (a pesar de haber sido un "as"
de la aviación gala) al doblar hacia la derecha, en vez de doblar al
lado opuesto y dirigirse al mar libre, cuatro días después de
haber anunciado públicamente sobre la creación de un Centro Oficial
de investigación de los MOC (Misteriosos Objetos Celestes), el "suicidio"
del excelente investigador James Mc Donald, ocurrido en 1971 en el desierto
de Arizona, la repentina muerte del ufólogo Waverey Girvan (director
de la Flying Saucer Review) en Inglaterra, del Capitán Edward Ruppelt
fallecido de cáncer como el anterior, el de Wilbur Smith, el Ingeniero
canadiense creador del Proyecto Magnet, la del ufólogo Frank Edwards
el 24 de junio de 1967, víctima de un supuesto ataque al corazón,
la del Dr. Olavo Fontes en 1968, también de cáncer pulmonar, y
otros desaparecidos, como el Capitán de Aviación español
Antonio González de Boado, entre muchos otros.
Y todo esto me llevo a pronunciar que estos "supuestos
suicidios o accidentes" no fueron tales, sino que podrían tratarse
de legítimos asesinatos, realizados por esta misteriosa organización.
Además en nuestras filas, no solo contamos con "muertes
sospechosas", sino también con una lista de investigadores que han
"abandonado" abruptamente la investigación de nuestro quehacer
investigativo.
Veamos:
Transcurre el año 1953, y Albert K. Bender, fundador
de la International Flying Saucer Bureau (IFSB) anuncia que próximamente
daría la solución a todas las incógnitas del Fenómeno
OVNI. El tiempo pasó, pero en lugar del ya anunciado artículo
se publicó lo siguiente: "El enigma de los platos voladores ya no
lo seguirá siendo por muchos años. Su origen ya nos es conocido,
pero todas las informaciones relativas a él deben ser disimuladas por
ÓRDENES SUPERIORES. Desearíamos publicar íntegramente en
Space Review los pormenores de esta información, pero hemos sido advertidos
de no hacer nada al respecto. Aconsejamos a los que se ocupan del estudio de
los OVNI, que sean muy prudentes".
Tiempo después la IFSB se disolvió. Siete años
más tarde, se comprobaría que Bender había recibido la
visita en su casa de Brisgeport, Connecticut (EE.UU) de tres Hombres de Negro.
(Sobre este incidente se creó el término "benderismo",
-de su apellido- , aplicándolo a todo suceso semejante).
James Moseley, en "Saucer News", informó al
respecto:
"Según la información que nos ha llegado
de fuente fidedigna, durante los últimos meses, los investigadores principales
así como los testigos ordinarios de ovnis están siendo sometidos
a una serie de increíbles y complejos actos de terror. Entre algunos
se citan actos de "silenciamiento" -con relativo éxito- por
parte de misteriosos seres que usualmente van vestidos de negro. Llamadas telefónicas
o cartas fantásticas y amenazadoras. La aparición de automóviles
con placas de matrícula irreconocibles o sin placa alguna, que han seguido
a ciertos estudiosos de ovnis en el curso de su trabajo y otros hechos inverosímiles
que dudamos en publicar".
El investigador Michael Talbot, señala que en Oriente
hay un grupo al que se los conoce con el nombre de "Hermanos de la Sombra",
y que también trabajan con la misma postura y/o accionar que los HDN.
Veamos lo que nos dice Talbot: "... astutos y malvados,
intentan evitar que cualquier estudioso de lo oculto descubra la respuesta proverbial.
En lenguaje místico esta respuesta es el "Velo de Isis", sinónimo
del "Gran Secreto" de maeterlinck. En el ocultismo, al igual que en
el problema de los OVNI, hay una constante barrera de trampas psíquicas.
Los Hermanos de las Sombras, al igual que los HDN, amenazan a los estudiosos
de lo oculto siempre que están próximos a descorrer el Velo de
Isis. Madame Blavatsky, refiriéndose a los Hermanos de las Sombras, dice
que son las "estrellas" guía del gran estadio espiritual de
materialización".
En el año 1966, el coronel George P. Freeman, portavoz
del Pentágono, informa lo siguiente: "Misteriosos hombres vestidos
con el uniforme de las Fuerzas Aéreas, o llevando credenciales impresas
pertenecientes a distintos organismos del Gobierno, han tratado de silenciar
a los testigos oculares de objetos voladores no identificados. Sin embargo,
hemos verificado algunos de esos casos y hemos descubierto que tales hombres
no pertenecían en modo alguno a nuestras instituciones oficiales".
Los Hombres de Negro, ya no vistieron mas sus atuendos militares,
sino que se presentaron como inspectores, agentes de seguros, operarios telefónicos
y también como integrantes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia),
del FBI, (Oficina Federal de Investigaciones) y del NORAD (Comando de Defensa
Norteamericana).
Y una vez ya introducidos dentro de la casa de los ocasionales
testigos o investigadores, desvían el tema de conversación hacia
el Fenómeno OVNI. Y allí comienza todo. Primero el aviso. Luego
el silencio..., nada de hablar sobre lo ocurrido por lo que les pudiera ocurrir.
También estas amenazas suelen hacerse por teléfono
o por escalofriantes cartas.
De ahí en más los testigos callaron. Hasta tal
punto que el propio Gobierno se vio involucrado y tuvo que enviar a sus agentes
e investigadores tras la PERSECUCIÓN de los misteriosos personajes.
Sin embargo, estos continuaron su tarea de "silenciamiento..."
SE AHONDA EL MISTERIO
El 21 de junio de 1947 (tres días antes de la observación
del piloto Kenneth Arnold sobre el Monte Rainer, EE.UU y que dio inicio a la
Historia Contemporánea de los OVNI), cuando una patrulla guardacostas
de Puget Sound (Washington) bajo la dirección del comandante Harold A.
Dahl se dirigía a la Isla Maury, Hawai, bajo un cielo totalmente limpio
y sin viento, observan junto a su hijo y toda la tripulación, seis objetos
ovales con ventanillas en forma de ojo de buey. Dahl busca su máquina
fotográfica y dispara varias tomas de los OVNI. De pronto, los mismos
toman movimiento para desaparecer abruptamente pero antes dos naves se rozan
entre sí produciendo una lluvia de metales incandescentes que caían
sobre el mar y sobre la embarcación matando a un perro que estaba en
la patrulla teniendo la tripulación que buscar refugio para no ser alcanzados
por los fragmentos.
Una vez pasado el peligro, los protagonistas toman los metales
que habían caído sobre la embarcación y se dirigen hacia
el puerto. Al día siguiente, Harold A. Dahl recibe la visita de
un Hombre de Negro, quien le aconseja que se olvidara de todo lo sucedido.
Haciendo caso omiso, se dirige a sus superiores informando
lo sucedido, quienes dispusieron que el Capitán Dawson del Servicio de
Informaciones Militares escoltara al comandante Dahl.
El 31 de julio de 1947, Harold A. Dahl, el Capitán Dawson
y 32 tripulantes se dirigían a una base americana en Hamilton Field.
Nunca llegaron a destino. A pocas horas de la partida del avión, el mismo
se estrella en Kelson, no pudiendo rescatarse los fragmentos de los objetos,
las fotografías ni los tripulantes.
Una vez más los Hombres de Negro tomaban acción
impidiendo que el conocimiento llegue a luz.
El 3 de agosto de 1965, el Ing. Rex Heflin logra fotografiar
las evoluciones de un OVNI cerca de Santa Ana, California. Obtiene cuatro fotografías,
las tres primeras mostrando al objeto sobre la carretera y la cuarta toma, un
anillo de humo dejado al irse éste. En ese mismo año, dos seres
visitaron a Heflin el 22 de septiembre por la noche, pidiéndole los negativos
y fotografías originales, ya que "ellos" pertenecían
al NORAD, y le solicitaron además que no hablara más del asunto.
Heflin accede al pedido.
Más tarde se comprueba que esos individuos no pertenecían
al NORAD, y por supuesto, los negativos originales nunca fueron devueltos.
Pasados 25 años de los hechos, nuevamente este caso
tomó notoriedad al "aparecer" las fotografías originales
en el buzón de su domicilio. Los análisis de las mismas desarrolladas
con las más modernas técnicas disponibles en la actualidad han
confirmado la realidad de las tomas.
El incidente Rex Heflin volvió a ser noticia, cubierto
otra vez en un misterio.
El libro que escribiera Morris K. Jessup (fallecido en misteriosas
circunstancias), "El Caso de los OVNI" también fue envuelto
en las redes de los Hombres de Negro.
Poco después que el libro saliera a la venta, un ejemplar
de éste, fue enviado a F.N. Furth (Jefe de Investigación Naval,
en el verano de 1955) donde se pudo comprobar que al borde de las páginas
existían unas anotaciones, que al ser estudiadas y analizadas por funcionarios
de la Oficina de Proyectos Especiales y de la de Proyectos Aeronáuticos,
se comprobó que fueron escritas por tres personas distintas, esto lo
reveló el estilo al escribir, la tinta y otros.
Estas anotaciones revelaban todo el conocimiento (historia,
origen, técnica, etc.) de los OVNI.
El prólogo de la edición de la Oficina de Investigación
Naval, decía lo siguiente: "Las anotaciones implican un íntimo
conocimiento de los OVNI, sus medios de movimiento, origen, pasado, historia
y costumbre de los seres que los ocupan y constituyen un valiosísimo
material para la investigación. Fueron encontradas en un ejemplar del
libro de Jessup. Debido a la importancia que otorgamos a la posibilidad de descubrir
pistas que conduzcan hasta la naturaleza de la gravedad, ningún posible
motivo por desacreditable que sea desde el punto de ciencia clásica,
debe ser descartado".
Sobre estos acontecimientos se los hace responsable a los Hombres
de Negro.
Cuando Jessup revisó el volumen, notó que la
letra correspondía a su misterioso corresponsal Carl M. Allen (conocido
también como Carlos Miguel Allende). Al ser intentado localizar a Allen
(o Allende) por la dirección del remitente de sus cartas, nunca fue hallado.
Morris K. Jessup (que se dedicó mucho tiempo al estudio
del Experimento Filadelfia) al igual que su misterioso corresponsal (que le
brindaba informaciones al respecto), había acordado ir a cenar el 20
de abril a la casa del Dr. Valentine, donde Jessup le brindaría aportaciones
vinculadas a tal Experimento, en un borrador que tenía preparado.
Sin embargo, ésta no llegó a realizarse. Antes
de las 18,30 horas, Jessup se "suicidó" en el Parque Mathenson's
Hammock, en el Condado de Dade, Miami, el 20 de abril de 1959, "inhalando
monóxido de carbono, tras haber acoplado una manguera al tubo de escape
e introducido al otro extremo en el interior del vehículo".
Un testigo informó al Dr. Valentine que no fue encontrado
ningún borrador en el interior de su coche.
Cuando más se investiga este episodio, más extraño
resulta el mismo...
Fotografía del investigador Morris K. Jessup, también
envuelto en las "redes" de los Hombres de Negro
EL SER DEL EXTRAÑO LENGUAJE
El ladrido de los perros despertó a Joseph Henslik,
en Greenland, Long Island, Nueva York, una mañana de octubre de 1967.
Al mirar hacia fuera quedó visiblemente sorprendido, un extraño
objeto circular revoloteaba por el edificio de Correos, cercano a su casa. Apresurado
tomó su máquina fotográfica y corrió hacia el patio.
Descargó su rollo de película contra el disco luminoso, que llevaba
una torreta en su parte superior. En ella, se divisaban ventanas. Como el objeto
se hallaba a poca altura, fácil fue suponer que las fotografías
resultarían excepcionales. Pero, lo que Henslik no tuvo en cuenta apareció
luego: dos días después que le fueron devueltos los negativos
(que eran realmente nítidos), fue visitado por una pareja de hombres
desconocidos. Cuando regresó a su casa -a una hora tan imprevista como
las 3 de la mañana-, se encontró con que lo estaban esperando.
Eran de estatura mediana, cabello negro y tez profundamente morena. Ambos vestían
ajustados pantalones negros, jerseys del mismo color (hasta el cuello) y una
campera que -según el dueño de casa- semejaba la chaqueta negra
de un smooking o pijama.
"Queremos hablar con usted -interpeló uno de ellos
en un idioma singular, con ligero acento escandinavo-, pertenecemos al gobierno".
Sigue el testigo diciendo que no le mostraron absolutamente
nada, pues "pertenecían a una agencia secreta del Estado".
Más tarde se explayaron en detalles sobre la vida íntima de Joseph
que éste quedó francamente impresionado. "Sabemos que usted
ha tomado fotografías que pueden ser consideradas como auténticas
y en nombre de su familia, el Gobierno y el mundo, le pedimos que nos las entregue".
Los visitantes recibieron como respuesta una confusa explicación, donde
se les comentaba que no habían vuelto de la casa reveladora. Prometieron
regresar al día siguiente. Fue cuando Henslik examinó con la lupa
los negativos y descubrió algunas marcas muy claras en el OVNI (pero
la copia estaba borrosa para permitir una lectura clara).
"Si hubiera hecho yo las copias hubiera conseguido más
sombra en torno a las ventanillas del artefacto. Pero, lo que más me
preocupaba era el retorno de aquellos personajes. Fue exactamente a las 3 de
la mañana del día siguiente a la primera visita, que aparecieron.
No dos, sino tres. Todos vestidos de negro. De nuevo me amenazaron vagamente
cuando negué las copias. Por ultimo les dí los negativos. Los
revisaron tranquilamente con una linterna. Luego, se marcharon, advirtiéndome
de que no hablase una palabra ni mencione las fotos".
Para sorpresa mayor del testigo, no alcanzó a ver vehículo
alguno que los trasportase, pese a que vivía en las afueras y hubiesen
necesitado uno.
¿Cómo salieron de aquel lugar?. Nunca se supo.
Sin embargo, las misteriosas maniobras de los Hombres de Negro siguieron impunes.
LO IMPOSIBLE HECHO REALIDAD
El biólogo Ivan T. Sanderson (fallecido en circunstancias
no muy claras), detalla con lujo de detalles un nuevo encuentro "con lo
imposible" en su libro "Uninvited Visitors". Veamos lo sucedido:
"En su momento se presentó ante la puerta de una
familia que había sido testigo de la aparición de un OVNI, la
persona más singular que puede imaginarse. La noche era muy fría,
el individuo llamó a la puerta y se anunció como agente de seguros.
Tendría unos siete pies de estatura (1,75 mts), cabeza pequeña,
piel blanquecina, miembros muy delgados denotando una fuerte constitución.
Dijo buscar a un caballero que tenía el mismo nombre que el dueño
de casa, ya que podría haber heredado una fuerte suma de dinero. Llevaba
además un gorro de piel con visera y un traje negro. A pesar de la bajísima
temperatura, no tenía nada encima del traje. Al entrar mostró
una tarjeta de tipo oficial (aparentemente), y la guardó en un siantamen.
Al cabo de un rato, mientras charlaba, dejó ver debajo de su "americana"
sobre la camisa, una placa oficial, que inmediatamente cubrió con la
mano, quitándosela. Pidió exactamente cuarenta minutos para formular
preguntas. Cuando se le dijo que sí, pasó treinta de ellos refiriéndose
a una cicatriz que el dueño de casa tenía en el pecho, desarrollando
detalles que ni siquiera eran conocidos por los mismos familiares. Luego se
levantó para irse. Los diez minutos finales los pasó facilitando
a los asombrados interlocutores, un largo e intrínseco acertijo, pidiendo
ayuda para resolver el enigma. Acto seguido, se fue. Mientras duró la
entrevista, la hija mayor de la casa sintió viva intriga porque -al resbalar
el pantalón del extraño visitante hacia arriba- por las huesudas
piernas divisó un cable verde, que le salía por debajo de los
calcetines y ascendían por la pantorrilla, hasta incrustarse en la carne,
en dos puntos separados por una cicatriz de 2 ó 3 centímetros
de largo. Como consecuencia de ello, la chica se ocultó en la parte trasera
de la casa y observó la salida del hombre. No había luces y el
lugar estaba oscuro. Sin embargo, pudo apreciar un coche negro, sin placa, que
salió de un camino cercano proveniente del bosque lindante. Había
más de dos hombres en su interior. El individuo subió y desaparecieron
en la ruta".
Hasta aquí el relato. El testigo nunca más habló
acerca de lo observado.
EL EXTRAÑO SUCESO MUNDT
Un nuevo episodio y de consecuencias espantosas, fue lo ocurrido
a mediados de agosto de 1977, en Flaxton, Arkansas, teniendo como protagonista
a Mr. Charles Mundt, quien es testigo de una observación OVNI y de la
presencia de los Hombres de Negro.
Mundt había regresado a su casa, luego de venir de su
oficina a las nueve y cuarto de la noche. Antes de entrar a la misma, decide
cerrar las ventanillas de su automóvil, situado en la acera de la puerta
de su casa.
Al regresar, observa en las copas de los árboles unas
luces zigzagueantes que iluminaban la acera y el jardín de su casa.
Creyendo que era el único testigo de este Fenómeno
OVNI, observa dos hombres vestidos de negro, justo debajo del árbol donde
se encontraba el objeto volante. Mundt trató de dirigirse hacia ellos,
pero una fuerza extraña lo paralizó. Uno de los hombres lo miraba
muy fijamente. De pronto ambos seres se perdieron en la oscuridad de la noche.
Fue entonces que Mundt siente que un rayo lo atravesaba de la cabeza a los pies,
comenzando a sentir una "vibración" por todo el cuerpo.
Aquí comienza el espanto. Fue cuando el testigo involuntario
entra a su casa para contarle a su esposa Liza lo ocurrido. Ella, sin prestarle
atención, le pregunta quién era y qué hacía en su
casa.
Su esposa, comenzó a llamar: "Charles, ven, un
hombre ha entrado en la casa".
Charles Mundt, ignorando el porqué del comportamiento
de su esposa, decide mirarse a un espejo, sufriendo el testigo un tremendo shock.
"Pongo de testigo a Dios de que la cara del espejo no
era mi verdadera cara. En la actualidad, a meses del suceso, me he dado cuenta
de que la composición de mis moléculas ha sido cambiada y alguien
ha ocupado mi lugar físico. Mi cara y mi cuerpo son la cara y el cuerpo
de otro hombre. Por alguna razón me han forzado a asumir una nueva identidad.
Mi esposa no me acepta como su marido, como el verdadero Charles Mundt; sé
que soy Charles Mundt, pero nadie me cree. He perdido todo: afectos, amigos,
y lo más triste es que he perdido mi identidad".
Un impresionante episodio, de los inescrupulosos Hombres de
Negro, sufriendo el testigo, espantosas consecuencias.
Los Hombres de Negro están entre nosotros... cumpliendo
una tarea amenazadora a testigos e Investigadores del Fenómeno OVNI
EL INCIDENTE DEL OFFICIAL UFO
El informe a presentar a continuación, fue lo ocurrido
el 16 de septiembre de 1977, en la revista norteamericana Official UFO, y que
fuera publicado en la edición de enero de 1978, de la misma.
Este es el relato de sus directores:
"Al igual que mucha gente, nosotros tampoco creíamos
en aquellas historias escalofriantes en las que se habla de Organizaciones Secretas
que no obedecen a ningún gobierno conocido y cuyas intenciones suelen
ser destructoras. Hasta ese momento creíamos que la gente suele echar
a volar su imaginación y crear personajes cuya realidad es nula, pues
son producto de la fantasía.
"Pero algo nos ocurrió. Aquellos a quienes se llama
H.D.N. (Hombres de Negro), nos "visitaron" personalmente y robaron
nuestro archivo secreto: ahí realmente comenzamos a creer en todas aquellas
extrañas historias que circulan en toda la extensión de nuestro
territorio.
"Eran las seis de la tarde, nuestras oficinas ya estaban
cerradas y la gente se había retirado, a excepción del editor
Jeff Goodman, quien se había quedado trabajando hasta tarde en un proyecto
especial. Sonó el teléfono, desde el otro lado de la línea
un hombre habló con voz profunda; decía: "Por su seguridad
personal le hago esta advertencia: no indague demasiado a fondo en lo que usted
denomina ''Fenómeno OVNI". Evidentemente, usted desconoce la profunda
seriedad de lo que investiga. El precio que puede usted llegar a pagar por tus
indiscreciones dentro de este campo es mucho más tremendo de lo que usted
imagina. No dijo más, un ligero "'click" indicó que
mi interlocutor había dado por finalizada la comunicación. "Una
patraña más -pensé- de las tantas que ocurren a diario
en la redacción". Fui escéptico, no creí en esa amenaza.
Actualmente puedo decir que ser demasiado escéptico puede resultar muy
peligroso.
"A partir de esa llamada comenzaron una serie de acontecimientos
que pusieron en prueba el sistema nervioso de nuestro grupo de trabajo. Todos notamos ligeros cambios en la redacción.
Los teléfonos sonaban sin que nadie respondiera al levantar el auricular.
"De pronto emitían ruidos sordos, sin motivo aparente;
el tono de marcar a veces cambiaba por un molesto zumbido. Pensamos que habrían
sido intervenidos. Nuestro editor asociado, Charles Cowley dijo que había
reparado durante varios días consecutivos en un automóvil sedán
negro estacionado frente a su residencia de Long Island. Luego de dos semanas
de silencioso estacionamiento, dicho coche había desaparecido misteriosamente.
"A la vez, el mismo coche que estaba estacionado frente
a la casa del editor asociado había sido visto estacionado, pero... frente
a las oficinas de la revista Official UFO, en pleno Nueva York.
"Cuando Cowley se percató de algo tan insólito
como esto, algo así como un caso de bilocación, pensó que
estaría sufriendo algún ataque de paranoia debido al exceso de
trabajo; pero luego se dio cuenta de que todo lo que él no había
querido hacer era enfrentarse con la verdad, la realidad total y absoluta. La
llamada telefónica había sido efectuada con la finalidad de hacernos
una advertencia y la amenaza se estaba cumpliendo; nosotros éramos continuamente
vigilados y dicha vigilancia se encontraba a cargo de personas que pertenecían
a una organización muy bien equipada e informada, puesto que sabían
quienes éramos cada uno de los que formábamos el grupo de trabajo
del Official UFO; asimismo sabían a qué lugares llamarnos a diferentes
horas del día o de la noche; conocían perfectamente a qué
tipo de información teníamos acceso.
"Durante el transcurso de estos acontecimientos ocurrió
algo interesantísimo. La sección Departamento de Arte de nuestra
revista había tomado esos días a un nuevo asistente. Su nombre
era Ron, su apellido era muy difícil a tal punto que jamás lo
logramos recordar. Ninguno de nosotros en un principio, notó algo extraño
en él. Parecía ser un buen compañero de tareas, nada en
él daba lugar a sospechas; era de altura mediana, delgado, pelo rubio,
ojos grises verdosos, su voz era agradablemente profunda. No hablaba mucho con
nadie, pero cuando lo hacía demostraba poseer una información
muy completa sobre la temática OVNI; naturalmente esto no llamaba nuestra
atención, pues todo el personal de la Editorial conoce e inclusive era
aficionado al tema.
"Lo que nos resultó harto extraño fue que
el tal Ron tenía acceso a información secreta dentro de la Editorial.
Dos de los miembros del grupo de la redacción notaron en él extrañas
actitudes cuando tenía que actuar social y no laboralmente. He aquí
un ejemplo: una vez salió a almorzar con una de las secretarias de redacción,
cuando llegó el momento de comenzar a comer dio muestras evidentes de
no saber usar los cubiertos, luego cambió de opinión y pidió
un sándwich, lo comió con las manos. La secretaria le preguntó
qué le ocurría, el no respondió, pero la miró de
una forma glacial.
"Al día siguiente de este incidente, el editor
Cowley recibió desde su despacho otro mensaje telefónico. La misma
voz grave de la vez anterior. Sus palabras fueron: "Escuche con atención.
Usted no se imagina cuan cerca suyo se encuentra la muerte. Se le advirtió
por su propio beneficio. Usted está siendo vigilado. Todo movimiento
es cuidadosamente monitorizado. Tenga cuidado, pues tiene usted en su poder
unas fotografías tomadas por un fotógrafo de la Editorial que
son extremadamente secretas. Si usted llega a publicarlas sería un suicida".
Luego hubo un silencio prolongado y el conocido "Click".
"Cowley quedó estupefacto, sus manos temblaban
cuando colgó el receptor. Ignoraba de qué fotografías se
le estaba hablando. Muy pronto lo supo; uno de los fotógrafos independientes
de nuestra Editorial había logrado fotografiar, sin proponérselo,
una extraña figura humanoide de que parecía ser de aire por lo
transparente; detrás de dicha forma y suspendido en el aire aparecía
una forma oval, plateada. La foto fue casual; él había ido a tomarle
una foto a un médico psiquiatra que estaba atendiendo a una persona que
decía haber tenido un encuentro con seres extraterrestres y se pensaba
en una alucinación, pero cuando estaba llegando a la casa de dicho profesional
en Petulie, Ohio, vio lo que narré en los párrafos superiores
y que logró fotografiar.
"El fotógrafo Jack Blackeley fue llamado a nuestras
oficinas, acudió con las fotos en cuestión, todos las vimos, de
inmediato las guardamos en la caja fuerte que es donde se encuentra el archivo
confidencial; luego nos fuimos a nuestras respectivas casas.
"Al día siguiente nos encontramos con una gran
sorpresa. Tres hombres vistiendo trajes oscuros y gafas de sol irrumpieron en
la redacción, se dirigieron directamente al despacho del editor.
"Le preguntaron dónde las había guardado.
"Jeffrey Goodman aparentó no saber de que le hablaban.
Sólo uno de ellos hablaba: "Usted sabe muy bien a que me refiero"
y comenzó a empujar suavemente pero en forma firme a Goodman hacia el
enorme ventanal, en el piso 12 sobre Park Avenue. "Si no me dice dónde
están las fotos, en dos minutos ya no estará vivo; cada segundo
lo acerca más y más a su propia muerte". Sus cómplices
lo revolvían todo, destrozaban, forzaban cerraduras. Nosotros, junto
al editor asociado Jack Cowley, tratábamos de abrir la puerta en vano,
estaba muy bien asegurada. De pronto, silencio total solo escuchamos: "Usted,
Mr. Goodman, es un tipo de suerte". Habían encontrado las fotografías
comprometedoras. Luego se retiraron como habían llegado, ignorando a
todo el mundo. Extrañamente, la Policía qué había
sido llamada en el instante en que los "Hombres de Negro" irrumpieron
en nuestras oficinas, apareció cuando éstos ya habían desaparecido.
"La sospecha de quién puede ser esta gente no da
lugar a muchas suposiciones; evidentemente, el Pentágono acoge en su
seno a una organización no sólo formada por seres humanos, sino
también humanoides."
Hasta aquí lo expuesto por la revista norteamericana.
Una nueva víctima de los peligrosos Hombres de Negro,
buscando material confidencial, continuando con su tarea amenazadora.
LOS HOMBRES DE NEGRO EN LA ARGENTINA
Nuestro país tampoco ha estado ajeno a todos estos acontecimientos.
He podido rastrear varios incidentes donde están involucrados
y se ha observado la presencia de los Hombres de Negro.
Personalmente he tenido la oportunidad de investigar varios
casos ocurridos aquí en la Argentina, a testigos de Fenómenos
OVNI y protagonistas de encuentros con los tripulantes de dichos objetos, hasta
investigadores, que se han acercado a mí para contarme sus ingratas experiencias.
Mis archivos poseen datos ocurridos en la Provincia de Buenos
Aires (distintas ciudades de ésta), la Capital Federal, Buenos Aires,
San Luis, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, etc.
En los sucesos del 29 de agosto de 1962, un episodio conocido
como el "Incidente de Necochea", el protagonista principal Osmán
Alberto Simonini observa y es perseguido por un OVNI en la ruta bonaerense que
une La Dulce con Necochea, mientras viajaba con destino a esta última
ciudad costera.
Este caso también fue investigado por el Oficial Principal
Juan José La Terza, al día siguiente de los sucesos, quien elevó
un Memorándum informando acerca de la presencia de un raro artefacto,
y calificando al testigo de "muy buena reputación y totalmente confiable
en sus dichos".
Finaliza el mismo certificando al incidente como un HECHO REAL,
tal cual como lo relata el protagonista. Se detalla el avistaje de un objeto,
el paso por el campo dejando evidencias físicas y/o fisiológicas
al testigo, su posible persecución, entre otros detalles.
Enterado de estos sucesos, quien esto escribe, años
más tarde y por la excelente reputación en la ciudad del testigo,
trato de que me conceda una entrevista para que me relate lo sucedido. Luego
de varios meses de arduos intentos (interminables llamadas telefónicas,
cartas a su domicilio y varias charlas/solicitudes personales) Simonini accede
al mismo y me relata que tenía miedo en contar lo ocurrido allá
en 1962 porque pocos días después de su incidente, y luego de
la investigación mantenida con el Oficial Ppal. J.J. La Terza, se hizo
presente en su taller mecánico dos hombres vestidos de negro quienes
le alertaron que olvidara lo sucedido y que por supuesto no detallara a nadie
más lo ocurrido, ya que algo le podría ocurrir...
Haciendo caso a esta advertencia, por muchos años trató
de olvidarse del asunto, hasta que quien esto escribe, debido a mi permanente
insistencia, logró persuadirlo para que me contare "in extenso"
todo su episodio.
Fue aquí donde tuve mi primer acercamiento de un testigo
con los Hombres de Negro y en mi propia ciudad. Luego vendrían otros
episodios...
La presencia de estos dos HDN le incurrió miedo, temor
al testigo. Recuerda que le llamó poderosamente la atención el
color de sus vestimentas (color negro) y todos con ropas similares. Sus estaturas
aproximadas a 1,70 mts, morenos "parecían extranjeros", debido
al rasgo de sus rostros, nórdicos, como los esquimales.
El encuentro duró pocos minutos, sólo lo necesario
para advertirle acerca de mantener silencio. Recuerda que se retiraron del taller,
existiendo otros testigos (ayudantes y clientes), pero nadie salió para
ver en que se movilizaban.
Cabe aclarar, que este episodio, al cual denominé "EL
INCIDENTE DE NECOCHEA", debido a mi investigación y a la propia,
desarrollada por el Oficial Ppal. J.J. La Terza, llegó a la Fuerza Aérea
Argentina, años más tarde, en manos del propio Oficial, por haber
llamado poderosamente la atención este sorprendente caso de Contacto
OVNI.
La presencia de estos extraños personajes en este incidente,
-dándolo a conocer por primera vez en este trabajo de investigación-
, produjo en mi persona la búsqueda de casos similares en el mundo entero,
realizando así mi "Investigación Paralela " en torno
a "ellos".
Dibujo representando a los sucesos del Incidente de Necochea,
acontecido el 29 de agosto de 1962 en la ruta bonaerense que une las ciudades
de La Dulce-Necochea de Argentina. En este episodio intervinieron también
los Hombres de Negro silenciando al testigo principal de los hechos. Quizá
uno de los primeros episodios de la Argentina.
El 4 de febrero de 1978 se produce en el Dique La Florida,
en la Provincia de San Luis, un encuentro con un tripulante de un OVNI teniendo
como protagonistas a seis argentinos: Manuel M. Alvarez, Regino S. Perroni,
Pedro R. Sosa, Ramón A. Sosa, Genaro Sosa y Jacinto E. Lucero, empleados
del Banco de la Provincia de San Luis, Casa de Gobierno, Fabrica de Cerámica
San José y de Aerolíneas Argentinas.
Ellos relatan: "que aproximadamente a las 4.45 horas del
día 4 de febrero de 1978, a unos 100 metros de donde se encuentran ubicadas
las instalaciones del Club Naútico y de Pesca La Florida, con dirección
al sur, observan un OVNI rodeado de una aureola con irradiación de luz
fosforescente, cuya nave estaba suspendida en el aire a una altura aproximada
a 4 metros del suelo, desprendiéndose una escalerilla por donde descendió
un ser con apariencia humana, que vestía un traje plateado escamado brilloso,
ajustado al cuerpo; sobre su cabeza llevaba una escafandra transparente que
dejaba ver su rostro y cabellos rubios, como así esbozó una sonrisa
y realizó ademanes con los brazos; e inmediatamente la referida nave
despegó con rumbo norte, dejando un destello de luz formando un semicírculo".
Este es el punto número 3 del COMUNICADO OFICIAL desarrollado
por la Policía de la Provincia de San Luis (Argentina) y firmado por
el entonces Teniente Coronel Raúl Benjamín López, representando
a la Jefatura de la Policía Provincial y al Ejército Argentino.
Luego viene más detalles acerca del incidente, los estudios
realizados en las huellas dejadas por el tripulante del OVNI, los análisis
y demás pruebas efectuadas.
En este episodio mundialmente conocido como el "Caso Dique
La Florida", los Hombres de Negro se hicieron presentes en San Luis indagando
los episodios.
Investigadores (ex policías, como el Sr. Hugo Quiroga)
y gente de la ciudad observan y le llaman la atención los "movimientos"
de estos extraños personajes (hombres y mujeres) que se dirigieron al
lugar de los hechos para ver las huellas dejadas y recabar información
sobre los mismos testigos. Hasta la propia dueña del Hotel El Volcán,
le llama la atención las actitudes de dichos personajes.
Un incidente de suma importancia mundial por las investigaciones
realizadas y por la calidad de los testigos, sumado a las huellas físicas
encontradas en el terreno y la incursión de personal militar y policial
en las investigaciones del mismo, dando a conocer el Primer Comunicado Oficial
sobre la caminata de un tripulante de un OVNI sobre nuestro planeta.
Los Hombres de Negro, como era de suponer, no podían
faltar...
Identikit del tripulante del OVNI de los sucesos del Caso
Dique La Florida, sucedido el 4 de febrero de 1978 en
San Luis, Argentina. Allí estuvieron "ellos"
Encuentro en mis archivos más incidentes ocurridos en
la Argentina. Quizá uno de los primeros decesos fue la misteriosa muerte
del ufólogo Luis Anglada Font, autor del libro "La Realidad de los
OVNI a través de los Siglos" quien en la ciudad de Buenos Aires
es visitado por un hombre de vestimentas de color negro quien le solicita que
abandone la investigación y que por supuesto no investigue ni edite más
libros sobre la temática.
El autor, ex piloto de guerra y apasionado investigador en
Europa, fue uno de los testigos de los famosos Foo-Fighters ó Bolas de
Fuego muy comunes durante la Segunda Guerra Mundial, quien consideraba a los
OVNI como "un problema crucial para la Humanidad".
Poco tiempo después de esta visita, Font sufre una descompensación
física que le provocaría la muerte en su país de adopción
que fue Argentina, a finales de la década de 1970.
Luis Anglada Font fue uno de los grandes precursores de la
investigación seria en nuestro país. Un adelantado en la investigación
y divulgación objetiva del Fenómeno.
Personalmente indagué estos sucesos, entrevisté
a colegas investigadores, me contacté con la Editorial de su libro, todos
los datos me confirmaban estos trágicos hechos ... y la "visita"
de "ellos" a su domicilio.
Corrían los años 1983 y 1984 cuando unas misteriosas
cartas le llegaban a su domicilio "invitándolo" a abandonar
la investigación OVNI. Asimismo le comentaban futuros avistamientos OVNI
en la República Argentina que más tarde (a fechas informadas)
acontecían para el asombro de este investigador.
Al tratar de ubicar a dicho personaje, fue imposible ya que
el remitente de las mismas, dando como domicilio en la ciudad de Rosario (Santa
Fe), no existía.
A partir de allí extrañas y constantes llamadas
telefónicas le sucedían, ruidos molestos, su correspondencia venía
abierta o bien se perdía, principalmente aquellas de ufólogos
y centros de investigación consideradas importantes (GEPAN de Francia,
España, México, EE.UU, Rusia).
Se hizo presente en ese entonces técnicos de la empresa
ENTEL de Comunicaciones encontrando todo normal como era de suponer.
Hasta que un día sufre este colega (que por razones
de seguridad quiere permanecer en el anonimato) un accidente justo cuando en
la esquina de su casa ve la presencia de un "hombre vestido de negro",
que no atinó a nada al ver el accidente. Su estatura era mediana, de
mirada tenebrosa que le provocó al ufólogo "un cosquilleo
en todo el cuerpo".
Al salir de su vehículo, se da cuenta que ya nadie había
en la calle... era el martes 19 de junio de 1984.
La acción de los Hombres de Negro se hizo efectiva,
el colega por muchos años dejó la investigación ya que
se dio cuenta que la tarea amenazadora se podría hacer fácilmente
efectiva.
Hoy está en nuestras filas, con mucho recato pero con
la fuerza que le dice que hay que CONTINUAR Y ENCONTRAR LA VERDAD EN TODO ESTO.
Sigo citando episodios argentinos.
Los sucesos ocurridos al investigador Ingeniero Oscar Akerman
en 1976 en la ciudad de Buenos Aires, cuando es "invitado" a abandonar
sus trabajos investigativos por parte de extraños personajes, en el año
1978 y siguientes, a varios integrantes de la otrora Onife (Organización
Investigadora de Fenómenos Espaciales) y el robo de varias documentaciones
OVNI en el año 1973 que le llamó poderosamente la atención
a personal de la Policía Federal Argentina, que dirigiera el ufólogo
y amigo Fabio Zerpa, siendo el mismo también protagonista en varios sucesos
en la Argentina y el extranjero (Chile, México).
Los incidentes del "Caso Trancas" ocurridos en la
Provincia de Tucumán el 21 de octubre de 1963, cuando son visitados colegas
investigadores por personas vestidas de negro solicitando la no divulgación
de los hechos.
Recordemos que éste es un clásico de la ovnilogía
argentina, cuando sus protagonistas integrantes de la familia Moreno, observan
7 ovnis evolucionar sobre su finca, para descender luego sobre la residencia,
quedando allí las improntas de sus huellas físicas en el terreno
(algunas tardaron cerca de 6 años en desaparecer).
Las visitas al escritor argentino, autor de varios libros (de
diversa índole) Héctor Antonio Picco en sucesos ocurridos en la
Provincia de Buenos Aires, Capital Federal y en Córdoba, en los años
1978, 1989, 1994, entre otros. Como el caso María Elena Paredes (agosto
de 1981), el caso Mónica Pérez (Mendoza, abril de 1985).
También podemos citar los silencios de varios ufólogos
que abandonaron abruptamente el estudio de los OVNI.
Y así seguiría enumerando más incidentes
argentinos ... (Caso Faruk Alem, en Mendoza 1980, Caso Río Carcarañá,
cerca de Casilda, Santa Fé, octubre de 1989 y noviembre de 1990, Caso
Osvaldo Moro, Buenos Aires 1996, etc. etc.)
Octubre 2003, Guillermo Daniel Giménez
Ver segunda parte
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